Vuelta al trabajo "normal"

Hace unos cinco meses regresé de vuelta a mi trabajo en el Laboratorio. Hasta entonces, llevaba otros tantos meses dedicándome a perseguir mis sueños. Comencé en el sector del bienestar y la nutrición descubriendo que esto sacaba una parte de mí que me gustaba y me hacía sentir orgullosa. Enseguida empecé a trabajar las redes sociales ofreciendo contenidos en todos los formatos: texto, fotos, vídeos, post... Poco a poco fui creciendo y mejorando en lo que hacía y me sentía reconfortada por todas esas personas a las que ayudaba. Echaba un montón de horas haciendo fotos, editándolas, creando contenido interesante, grabando y editando vídeos, contestado a la gente en las dudas que tenía, ayudándolas y guiándolas en su camino hacia sus objetivos y sus sueños... Era un trabajo duro pero el tan sólo poder ayudar aunque fuera a una persona ya me compensaba.

De pronto llegó la llamada que estaba esperando pero que mi cabeza se resistía a admitir. Esa en la que me comunicaban mi incorporación inmediata al trabajo. Un trabajo "normal". Sí, digo normal porque lo que había estado haciendo hasta ese momento, a muchas personas les parecía un pasatiempo o un simple juego. 
Tengo que admitir que me costó mucho adaptarme a la nueva situación. El trabajo que estaba realizando a través de las redes sociales y todo lo que era capaz de comunicar a la gente, me llenaba hasta el punto que supe que había encontrado mi camino. De pronto, gran parte de ese tiempo que dedicaba a trabajar en mis proyectos (y ¡sí! digo trabajar porque lo considero un trabajo tan digno como cualquier otro) tenía que dedicarlo a otra actividad que no me llenaba tanto. Es más, me parecía que mi capacidad de seguir creciendo y desarrollarme profesionalmente se iba a ver truncada. 
Desde el primer momento decidí compaginar las dos cosas, pero enseguida me dí cuenta de que no me daba la vida para tanto. Entre las ocho horas de trabajo, mis hijas, atender a las personas a las que estaba ayudando y un montón de cosas más, tuve que sacrificar parte del tiempo que invertía en las redes sociales. Todo ello, fue haciendo que poco a poco fuera perdiendo la ilusión, debido a que el feedback que recibía de vosotros, mis seguidores, había disminuido. Y era lo más lógico. Comencé a pensar en que tenía que hacer para cambiar esa situación y volver a ofrecer contenido de calidad. No os merecéis menos!

Entonces, llegó ella. Justo en el momento en el que más lo necesitaba. Una conferencia de alguien admirable, una luchadora que ha conseguido hacer de su pasión su profesión a pesar de todas las dificultades. Los que me seguís en Instagram sabéis de quien os hablo. Fue la inspiración que necesitaba. Entonces comprendí que nada es fácil, que las cosas no vienen solas ni los sueños se cumplen por arte de magia. Que si quiero comunicar, pues adelante. Será complicado, duro y me llevará mucho trabajo. Pero es lo que quiero hacer y voy a seguir intentándolo. Os lo debo a vosotros que siempre estáis ahí al otro lado de la pantalla para dar un like, hacer un comentario, o enviarme unas palabras de ánimo.

Y sí. Lo sé. Me voy a encontrar mucha gente que piense que esto no es un trabajo y que lo único que hago es "enredar" con el móvil. Pero todas esas personas no se hacen una idea real del trabajo y la ilusión que hay detrás de todo esto. Lo feliz que me hace cuando recibo un mensaje privado diciéndome lo mucho que he ayudado a una persona en su día a día, lo que he aprendido de cada una de las personas maravillosas que he conocido y lo feliz que me hace poder hacer lo que me gusta.

Porque sí, amigos. ¡Los sueños están para cumplirlos!

Comentarios

  1. Nunca pierdas tus sueños siempre se ilumina el camino cuando crees q no esta.
    Adelante!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!! Gracias a personas como tú no pierdo la ilusión

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Madresfera

Ranking Madresfera