No consigo que quiera leer, ¿qué hago?

Desde hace unos años, tenemos en casa una pequeña lectora en potencia y otra que va por el mismo camino. Desde que era muy chiquitita, Lucía ha  tenido a su alcance una infinidad de libros y cuentos adaptados a su edad, aunque otros no tanto. Siempre ha tenido curiosidad por los libros y le vuelven loca las bibliotecas.
Desde que ha aprendido a leer, no ha hecho otra cosa que devorar un libro tras otro, desde los más cortitos que se los lee en diez minutos hasta otros más largos para edades más avanzadas que le llevan una o dos semanas. En ningún caso le quito la idea de leer libros que me parecen un poco más avanzados, ni los que me parecen para niños de menor edad. Le ofrezco libros y le hago propuestas o recomendaciones, pero es ella la que elige con qué libro comenzar la siguiente aventura. Supongo que lo hace por la curiosidad que le suscitan o porque algo llama su atención. No me importa que a veces le cueste un poco entender la historia y tenga que preguntarme o pedirme ayuda más veces. Me parece una buena forma de ir despertando la curiosidad y de no quedarse en lo fácil.



Hace unos días asistimos a un cuentacuentos que, nos pareció precioso, a cargo de un autor leonés que tiene varios libros infantiles publicados en Argentina. Era imposible no quedarse embobado mirando la cara de ilusión de Lucía que disfruta con cada cosa que hace. Al finalizar, compramos uno de sus libros y Lucía pudo hacerse una foto con su autor (os hablaré del libro en otro post) mientras se lo dedicaba. No había visto nunca semejante carita de ilusión y de agradecimiento hacia nosotros por haberla llevado esa tarde a ese cuentacuentos y además, haberle comprado el libro. Os podéis imaginar que lo tiene como un tesoro. Ya se lo ha leído aunque le ha llevado su tiempo ya que es un libro para una edad más avanzada y contiene mucho vocabulario y expresiones argentinas. Pero eso nos encanta, ya que ha tenido que hacer un trabajo paralelo de investigación preguntándonos a nosotros y buscando en internet el significado de esas expresiones y palabras. Ha sido una lectura activa y  comprensiva que le ha proporcionado un mayor aprendizaje. Está claro que una vez que ya tienen automatizado el proceso de transformar los códigos en sonidos, el siguiente paso es trabajar la comprensión lectora. Y si además esa comprensión nos lleva a realizar una investigación y nos saca un poco de nuestra zona de confort, el resultado será mucho mejor, convirtiéndose la lectura en un medio de aprendizaje a través del disfrute.


En numerosas ocasiones, una de las preocupaciones de los padres es que sus hijos no lean, porque aún no han adquirido esa destreza o porque simplemente no quieren o, por otro lado, que leen pero que no hacen una lectura comprensiva. Esto se trabaja y se entrena, como todo en esta vida. Para ello, debemos de ser conscientes de que cada niño tiene su momento de maduración y su momento para arrancar a leer. Debemos guiar y acompañar pero nunca obligar. Ahí entra en juego también la motivación y la ilusión que nosotros le pongamos. Nosotros, desde que Lucía iba a educación infantil, tenemos en casa un lectómetro en forma de tren en el que ella va añadiendo vagones con el título del libro que lee. Este tipo de actividades son muy motivadoras y animan al niño a leer para ir completando su lectómetro. Otra cosa que debemos tener en cuenta, es que lo niños son esponjas y hacen lo que ven. Aún recuerdo esa campaña que hicieron en televisión que decía algo así como: Si tú lees, ellos leen. Y es cierto, los niños son imitadores en potencia y les puede gustar más o menos, pero al final terminan haciendo todo aquello que ven hacer en casa.

Como sé que estas preocupaciones son muy generalizadas y comunes, he hecho una selección de algunas recomendaciones que nos pueden ayudar con la lectura en casa.

1.       Dar ejemplo
Si nos ven leer y asocian nuestros ratos de lectura a momentos tranquilos, relajados y de diversión, será más fácil que ellos lean.

2.       Leer con ellos
Podemos leer con ellos en voz alta e ir turnándonos con la lectura de cada párrafo para que no se les haga tan pesado. Del mismo modo, intentaremos leer con una entonación adecuada incluso podemos poner diferentes voces a los personajes para hacerlo más atractivo y divertido.

3.       Establecer una rutina
Elegir un momento del día para leer. Normalmente elegimos la hora de ir a dormir porque ya es un ratito relajado porque ya tenemos todas las tareas terminadas. Elegimos siempre el mismo lugar y la luz debe ser adecuada. Nosotros elegimos una luz tenue pero que ilumina bien para la lectura.

4.       Comentar con los niños lo que hemos leído
Si les acompañamos en la lectura está muy bien comentar lo que hemos leído a modo de repaso para resaltar las partes importantes de la historia y hacerles preguntas para ver que se está comprendiendo bien.

5.       Hacer visitas a bibliotecas
Las bibliotecas son un mundo lleno de aventuras y fantasías para los niños. Debemos dejarles que exploren y elijan libros, siendo nosotros meros observadores. De esta manera, podemos conocer sus gustos, qué tipos de libros les llaman más la atención y qué temática prefieren.

6.       Llevar a los niños a las librerías
Que nos acompañen a la librería a elegir un libro para ellos, para nosotros o simplemente para hacer un regalo, es muy motivador al tiempo que descubren un montón de libros nuevos.

7.       Los cómics son un buen comienzo
Si, aún así, les cueste iniciarse en la lectura el cómic es una buena propuesta ya que la mayor parte de la información nos la dan los dibujos y apenas tiene texto. Es un buen formato para engancharse a la lectura.

8.       Tener los libros siempre a su alcance
Es importante que vean los libros como algo accesible para hacer consultas o simplemente para disfrutar y que no los vean como algo prohibido, que no se pueden tocar o desordenar.

9.       Ofrecer libros temáticos
Podemos ofrecer libros según la época del año en la que nos encontremos, según los gustos de nuestros pequeños o que se relacionen con alguna de las situaciones por las que están pasando. Por ejemplo: si se les ha caído un diente, o van a tener un hermanito, o es Navidad... Hay libros infantiles muy buenos para tratar ciertos temas.

10.   Dejar que exploren y elijan libros
Es importante no imponer ni obligar. Que sean ellos los que elijan los libros que más les gusten y que poco a poco vayan creando la necesidad de leer. Que sientan la lectura como algo divertido y enriquecedor y nunca como algo impuesto.

Espero que algunas de estas recomendaciones os sean de utilidad y seguro que poco a poco descubrís que vuestros hijos son unos estupendos lectores.

¿ME SIGUES?

Comentarios

Entradas populares

Madresfera

Ranking Madresfera