Relaciones tóxicas, malas compañeras de baile.

Tengo el título de este post desde hace meses escrito pero nunca me atrevo a hablar sobre ello. Pues sí verbeneros. Ahora ya con mis dos princesas conmigo, que me siento feliz, tranquila, en paz, segura de mí misma y rodeada de familia y amigos que me apoyan, ha llegado el momento de hablar de ello. De recapitular, sacar lo que tengo dentro, cerrar heridas y dejarlo atrás.

Esta última etapa de mi vida ha sido maravillosa y me ha servido para reflexionar sobre el nivel de felicidad que hay en mi vida y el que quiero alcanzar (las hormonas también han hecho su trabajo). Y siempre aparecían en mi mente situaciones y sentimientos provocados por ciertas personas que no me permitían estar tranquila y continuar. Estaban ahí rondado por mi cabeza, como moscas cojoneras, ¡vaya! y me creaba mucha ansiedad. Eso es lo que yo llamo relaciones tóxicas. Aquellas que no te dejan ser tú mismo por miedo a defraudar, a que te juzguen, a querer contentar y agradar. Que te machacan con sus palabras y su comportamiento hacia a tí. My Love me dice que, en gran parte, es culpa mía porque me ilusiono mucho con las personas y luego me llevo decepciones. Menos mal que él me ha hecho ver que acabar con esas relaciones ha sido poner paz a mi vida y dejar fuerzas para poner ilusión en las relaciones con las personas que de verdad merecen la pena. Algunas de ellas, son relaciones a distancia, tanto en el espacio como en el tiempo, pero sé que siempre están ahí, al otro lado y que pase el tiempo que pase sin hablar, la relación nunca cambia. Otras son nuevas amistades que encajan conmigo como si me conocieran de toda la vida. Esas son las personas con las que verdaderamente vale la pena ilusionarse y bailar. Bailar hasta romper los zapatos.

Así que sólo os digo una cosa: pensar sobre si existen relaciones tóxicas en vuestras vidas y acabar con ellas. ¡Que no os de ninguna pena! ¡Veréis como bailáis mejor!!!

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