La curiosidad, un imprescindible

-Mamá, ¿de qué está hecha una vaca por dentro?- Así me daba Lucía los buenos días en la cocina. Son de esas preguntas que te dejan petrificada y no sabes ni qué contestar. Y en un momento de chispazo de mi neurona le contesto: ¡pues de carne y hueso! Jaja.

Hay cosas para las que aún no estoy preparada. Lucía empieza a interesarse por muchas cosas, a hacer preguntas y muchas de ellas tienen respuestas complicadas. Está en esa fase en la que ha roto a leer y, además de devorar todo libro que cae en sus manos, lee cualquier cosa que pilla. Hasta la letra más pequeña de cualquier etiqueta. Le encanta aprender y descubrir cosas nuevas.

La complicación viene cuando, por su sensibilidad y empatía con los demás, te hace preguntas complicadas como la que me hizo antes de participar en la carrera de la mujer:

-Las chicas ya no se van a poner malitas, ¿verdad mami? Porque vamos a correr mucho y así juntar mucho dinero para curarlas.

Son preguntas y expresiones que me dejan sin palabras y ponen al descubierto el gran corazón que tiene. Tiene una sensibilidad muy especial y una gran capacidad de ponerse en el lugar de los más. Por eso me aterra tener que contarla que la vida no es tan fácil como parece y que a pesar de ayudar a esas chicas, como dice ella, otras muchas van a seguir enfermando, que por muchas donaciones que hagamos a lo largo del año va a seguir habiendo pobreza y niños que no van a tener las mismas oportunidades que ella, y que, por desgracia, no todas las personas son tan solidarias como ella. 

Pero me va a encantar contarla que cuando ayudas a los demás les haces la vida un poquito más fácil, que toda esa generosidad que ella tiene hace más felices a las personas que ayuda y que haciendo pequeñas cosas te conviertes en una persona grande.

Me enorgullece ver lo buena persona que es y tengo la certeza de que, en un futuro, hará grandes cosas que cambiarán la vida de muchas personas.

Por eso me encanta cuando los niños son curiosos y se interesan por las cosas aunque a veces les califiquemos de “preguntones” porque nos molesten en medio de nuestra prisa del día a día. Pero es en la infancia donde se forja la personalidad y la autoestima de una persona, además de adquirir las primeras ideas sobre ciertos temas. Dejarles que pregunten, que se interesen y que descubran la vida tal y como es.

¿Qué es lo más raro que os han preguntado vuestros hijos?

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