Renovándose por San Juan

Llegó el verano y con él las vacaciones, las noches de fiesta y las celebraciones. Teníamos un estupendo plan para celebrar la llegada del verano, las vacaciones, el fin de una etapa y, por qué no, festejar la noche de San Juan, pero los planes se nos han ido al garete.

Parece que el verano, lo que viene siendo climatológicamente hablando, no tiene ganas de llegar. Y si viajar con niños ya es una aventura… no os quiero contar si se pasa las 24 horas lloviendo. Suerte que siempre tenemos plan B y my love saca planes y eventos cual mago de una chistera. Es el mejor organizador de eventos que conozco y con él las aventuras están garantizadas. Así que hemos aprovechado para hacer un montón de cosas juntos y compartir momentos.

No soy una persona para nada supersticiosa pero sí que tengo alguna creencia, sobre todo en la fuerza de mi interior. Jaja, ¡qué intensidad para  un post! Me refiero a que creo que cada uno tiene una fuerza interior que es la que maneja su vida de una forma o de otra. La que hace que tengamos una vida feliz, la que nos mueve a que luchemos por nuestros sueños, la que nos da fortaleza en los momentos más duros… Pero es cierto, que hay que cuidarla. Muchas veces queda empañada por los malos pensamientos, el cansancio, los pensamientos irracionales, la negatividad y el pesimismo. Y qué mejor momento que la noche de San Juan para renovar esa fuerza quemando los malos pensamientos y todo aquello que no nos deja ser felices o vivir con plenitud.

De vez en cuando no viene mal pararse a pensar y reflexionar sobre nosotros, sobre cómo nos sentimos, sobre cómo queremos sentirnos, qué aspectos de nuestra vida no nos hacen felices y queremos cambiar, qué cosas nos hacen felices, qué es lo que realmente valoramos y qué cosas, situaciones o pensamientos son los que no nos dejan avanzar.

Yo tengo claro qué es lo que quiero quemar, lo que es necesario dejar atrás y lo que quiero sacar de mi mochila. A veces no es fácil pero hay que lanzarse y atreverse para poder continuar sin cargas y sin obstáculos que impidan . Y tú, ¿te atreves?

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