Noooo! Septiembre por fín!

Queridas madres y queridos padres, una vez más llega el temido septiembre. Y digo temido porque, por lo menos en mi caso, me crea una incertidumbre, estrés y emoción a partes iguales. He de reconocer que septiembre y yo tenemos una relación amor-odio.





Ya os he contado otras veces, sobretodo por las redes sociales, que me encanta el verano. Firmaría por quedarme en verano para siempre con sus salidas, idas, venidas, vacaciones, piscina, playa, fiestas, cumpleaños, celebraciones... Pero no lejos de todo esto, llega septiembre y nos sorprende con un nuevo curso, nuevas rutinas, nervios, nuevas costumbres, actividades, horarios y tener que cuadrar todo cual encaje de bolillos. Os mentiría si este verano en ciertos momentos no he deseado que llegara la rutina, pero vivimos el verano tan intensamente que se nos ha pasado volando. Es cierto que llega un punto que las niñas bailonas necesitan volver a la rutina, sus horarios, sus actividades y volver a poner un poco de orden en este caos de verano. Pero no puedo evitar sentirme triste por dejar atrás una maravillosa etapa y comenzar otra llena de incertidumbres y dudas. A veces me asusta el no tenerlo todo controlado como por ejemplo; como será este curso, cómo nos organizaremos, cuáles serán nuestras rutinas, qué horarios tendremos, cómo serán las nuevas actividades que comenzamos cada uno de nosotros, si podremos compatibilizarlas con las del resto de la familia, nuevos compañeros, nuevos lugares...


Por otro lado, a la niña bailona mayor se le está haciendo ya un poco bola el verano y quiere volver a sus cosas, sus actividades, sus amigos... Sí, la rutina es necesaria, pero ¿y lo bien que se está en verano? Sin horarios, sin prisas, sin veinte capas de ropa encima, bailando, riendo, gritando...
En cuanto a la niña bailona pequeña, ya tenemos ganas de que vuelva a la escuela infantil. En en momento en el que los pequeños dejan de tener una rutina marcada, la cosa se desmadra y se nos va de las manos. Además, está en plena etapa de la aDOSlescencia y ha habido ciertos momentos intensos que han hecho que deseara volver a trabajar ¡no os digo más! Está altamente demandante pero sólo conmigo y la tengo pegada todo el día como una lapa ya que no le valen los brazos de cualquiera. Pero, no. No me quejo, porque a parte de eso, me ha dejado disfrutar del verano.

Ahora toca volver a la rutina y estos primeros días no van a ser fáciles. Tenemos que acostumbraros a los nuevos horarios, las nuevas actividades, de nuevo la prisa, el no llego, el no me da la vida. Volvemos a hacer malabares. ¿Y cómo lo vamos a hacer? Pues sonriendo y bailando que es lo que mejor se nos da.

Este verano nos ha dejado muchos momentos para guardar en nuestra mochila de recuerdos, otros no los hemos guardado y directamente los hemos olvidado después de haber aprendido. Así que ¡sí! muy a nuestro pesar, estamos preparados para septiembre. Tenemos las pilas bien cargadas, la ilusión en su máximo nivel y a la orquesta preparada para seguir bailando la vida.

¿Vosotros cómo afrontáis la cuesta de septiembre?

¿Me sigues?

Comentarios

Entradas populares

Madresfera

Ranking Madresfera