La canción que quiero bailar


Vuelvo por aquí con más miedo que vergüenza. 

Después de una sucesión de acontecimientos ocurridos en mi vida en los últimos días, he decidido retomar el blog. Pero así, sin presiones y con la única pretensión de tener un espacio para comunicarme. Ahora soy consciente que después de probar una cosa, otra, ir y venir, mi camino me vuelve a traer una vez más aquí. Es algo que me gusta hacer, escribir. Pero tengo que reconocer que asusta. Me asusta que me lean, me asusta no hacerlo bien, me asusta no saber manejar las críticas. Tras mucho desarrollo personal y algún curso de coaching, he sabido ponerle nombre a ese sentimiento y es: MIEDO. Un miedo irracional que se va metiendo en mi cabeza que como me descuide,  va ocupando poco a poco más espacio. Muchos de esos miedos son por creencias infundadas por mi entorno y la sociedad. Son valores que he adoptado como propios hasta que la situación me ha llevado a preguntarme si verdaderamente lo son. 

Ahora soy capaz de tener mis propios valores, reajustarlos y definirlos para mí. Llegó el momento de dirigir mi vida y diseñarla como yo quiero. Eso ha supuesto dejar atrás muchas cosas. Como dice mi querida Ana Albiol , de soltar. Estoy en ese punto de que ya he soltado y ahora sólo me queda saltar y confiar. De momento, no tengo claro hacia donde quiero saltar pero lo que sí sé es que cuando llegue el momento voy a estar preparada para sentirlo y hacerlo. Y será un salto que nace desde el querer y no desde el tengo que. Así es como estoy tomando últimamente todas mis decisiones, desde dentro, desde las tripas y no desde la razón. La verdadera felicidad está dentro de nosotros y no en lo que hacemos o en lo que esperamos que pase. Ahí es dónde hay que buscar las respuestas que te llevan a vivir una vida plena y coherente con tus propios valores y creencias.

Por eso, uno de los objetivos de este blog es reordenar mi caos interno y poner palabras a todas esas emociones que se agolpan dentro de mí para poder gestionarlas. Escribir para mí, es como una especie de terapia que me hace indagar dentro, ocuparme de las emociones y ponerles nombre. 

Así que sí, vuelvo a escribir. No sé si de forma constante, disciplinada, si será un hábito o simplemente escriba cuando mis tripas me lo pidan. Por el momento, aquí están estas palabras que necesitaba soltar porque sí. Porque me apetece y siento que en este momento esta es la canción que quiero bailar. 

¡Sigamos bailando la vida!

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